sábado, 13 de septiembre de 2014

75 años al servicio de Güéjar



“El Tío Justo-Poppaea”.

Muchos de vosotros habréis vivido buenos momentos en nuestra sala, algunos probablemente comenzasteis vuestra relación en nuestras instalaciones, incluso habrá quien hasta haya celebrado su boda...
Hablando de celebraciones, este año celebraremos, D.M., la fecha que conmemora el primer baile que se celebró en este rincón de nuestro paraíso porque pronto nuestra sala cumplirá setenta y cinco años de historia y de anécdotas (que son más que dieciocho y no sólo por un día o dos al año).
Para quien no conozca la historia el fundador de nuestro establecimiento, apodado “El Tío Justo” pero que se llamaba Antonio (al parecer el mote le viene porque su abuelo se llamó Justo) actuó justamente cuando el día de Navidad del año 1939 decidió cambiar su actividad más habitual como carpintero por aquellas fechas -que era hacer cajas de muerto porque los tiempos acompañaban- y tras amontonar herramientas y enseres en un rincón de su chambao, previa contratación de un acordeonista y un trompetista, se montó un baile en ese día de la Natividad y trajo un poco de alegría a tanta tristeza acumulada. Por una tarde puso blanco sobre negro...
Imaginen ustedes la de gestiones que tuvo que hacer a tan pocos meses del fin de la guerra, con toque de queda por decreto y prohibición expresa de reunión, para que el acontecimiento se pudiese llevar a cabo.
Ahora las labores de gestión son cosa nuestra. Desconocemos si podrían equipararse a aquellas tan lejanas, pero podemos asegurar que las gestiones no se acaban y que nuestro establecimiento requiere de no pocas tareas a esa labor. Los tiempos son complicados para todos y como todos tenemos que luchar más que nunca y además nos ha tocado sufrir una situación particular que nos afecta particularmente y que nos condiciona, cuando otros pueden actuar incondicionalmente...
Hemos entrado en el año número treinta de nuestra gestión, una parte respetable de las 75 navidades que se avecinan. En este tiempo han pasado algunas generaciones por nuestras manos, el mundo ha cambiado vertiginosamente y nosotros, modestamente, creemos que ayudamos a unos cuantos y a unas cuantas a entrar en ese vértigo. En la era de Internet, en esta era que vivimos y que posibilita esta interrelación, muchos y muchas os hicisteis la primera cuenta social en una de las dos esquinas de nuestro mostrador que teníamos a vuestra disposición, cuando no en medio de la barra con nuestro (o vuestro) portátil, porque los dos ordenadores públicos tenían cola. Muchos y muchas habéis usado nuestra red Wifi (la primera del pueblo) para poner los sistemas operativos y vuestras redes a punto y a muchos y a muchas ayudamos en esa labor; hay quien se ha llevado puesto hasta el curriculum para buscar trabajo...
Parece que al final aquellos tiempos han llevado a éstos otros, donde sobra virtualidad y falta contacto real, pero por mucho brindis que se ponga con emoticonos no se puede comparar con uno sólo chocando la copa. Los millones de corazones que cada día se cliquean no llegan a la altura de una alpargata comparados con un abrazo de corazón e in situ.
A todas y a todos los clientes de ETJPoppaea os consideramos amigos y amigas, no porque lo diga el Face sino porque como tales os hemos tratado y procuramos trataros. Pedimos disculpas porque somos conscientes de que en ocasiones cometemos errores, aunque demasiadas veces sean forzados por nuestras particulares circunstancias; como en toda amistad hay veces que median témpanos y otras en las que se entrometen indecencias, pero nosotros seguimos aquí con nuestra mano tendida y nuestra oferta de amistad. Con nuestra vocación de servicio y nuestra oferta de ocio, renovada y siempre en continua evolución. Y, digan lo que digan, con nuestra honestidad por delante.
Podemos ofreceros lo que nos distingue, nuestras instalaciones y nuestra oferta, los productos de nuestra carta y nuestro servicio, nuestra sala y nuestra terraza. Es un ofrecimiento para TODOS y para TODAS sin excepción, hemos de decir que ETJPoppaea es mucho más que el sitio donde acabar la noche, es un lugar donde tomar un café, donde disfrutar la copa de sobremesa, donde organizar una reunión de amigos, en resumen, el Sitio Justo para estar a gusto.
Agradeceríamos ayudas, tanto virtuales como reales. A ver si la gente se anima a compartir sus experiencias, a ver si aparece algún músico de los que tocaron en el escenario de nuestro salón, a ver si hay alguien que cuenta como vivió su primer beso aquí, a ver si se corre la voz, a ver si se comparte y se mueve. También se aceptan colaboraciones.
Recordando el modesto primer baile, las ganas de celebrar no tienen porqué estar reñidas con los tiempos. Para celebrar los setenta y cinco años justos sólo hay que tener en cuenta que son comunes a todos porque lo que se ha vivido en este rincón ha sido posible sólo en compañía. Ha sido posible porque siempre ha habido quien ha querido compartir aquí sus alegrías, u olvidar sus tristezas, tomando prestadas por un rato estas instalaciones que ahora nosotros regentamos.
Renovada continuamente, adaptada a los tiempos, con servicios exclusivos por derecho, con todas las garantías y con profesional dedicación...La oferta se mantiene en pié desde hace, casi, 75 años.

Si tienes algo que celebrar ven a celebrarlo con nosotros.

ETJPoppaea
El SITIO Justo
desde 1939


Bego y Migue






No hay comentarios:

Publicar un comentario